El pasado 4 de octubre el Huracán Matthew, el más fuerte de los últimos 10 años en el Caribe, impactó en la costa oeste de Haití provocando intensas lluvias y vientos de 233 Km/h. En ese momento estaba considerado de categoría 4, aunque días antes había llegado a categoría 5 que es la máxima que puede alcanzar un ciclón tropical. Hay que resaltar que Haití, es el país con menor IDH de toda América y se considera el más pobre y menos desarrollado de la Región. Su población todavía sufre las consecuencias del terrible terremoto de 2010 que dejo cerca de 250.000 fallecidos y les aboco a una situación de emergencia permanente que todavía pervive en gran parte del país. Por todo ello, su vulnerabilidad ante grandes fenómenos naturales es máxima.
Las últimas cifras dadas por la Protección civil de Haití indican 473 muertos y 75 desaparecidos, dejó 339 heridos y obligó el desplazamiento de 175.000 personas, alojadas en 224 refugios. Sin embargo, los organismos internacionales y ONGs, estiman que la cifra de fallecidos estarán entorno al millar. Las viviendas afectadas, de manera grave, podrían superar las 30.000 y las infraestructuras viarias, hospitalarias, educativas, etc han sido gravemente dañadas. Las cifras van aumentado conforme pasan los días, puesto que hay lugares de difícil acceso donde todavía no se disponen de datos y hay cientos de desaparecidos que todavía no se han localizado.
Los Departamentos de Sur y Grand Anse son los más afectados, y las muertes se concentra en tres ciudades, Jeremie, Les Cayes, Dame Marie, Port Salut y otras poblaciones costeras. Más del 19 % de la población de Haití -2,1 millones- se ha visto afectada por el huracán y más del 12 % -1,4 millones personas- necesita asistencia urgente en diferentes departamentos del país, sobre todo en los departamentos del sur y de Grand'Anse.
Naciones Unidas estima que más de 350.000 personas van a requerir ayuda en Haití, que tras el paso de Matthew vuelve a ser más vulnerable a enfermedades como el cólera, que ya ha dejado más de 9.000 muertos desde que resurgió tras el terremoto de 2010. El temor es que el huracán y su oleada de destrucción, producida justo en época de lluvias, puedan empeorar una situación que no ha dejado de preocupar a los expertos en salud en el último lustro. Y no se trata solo del cólera, sino la propagación de diarreas agudas e infecciones respiratorias agudas advierten representante de la OPS en Haití.
Según OCHA, 129 personas están hospitalizados por casos sospechosos de cólera, de ellos 78 en Anse d'Hainaut, 40 en Jeremie, y once en Beaumont.En el hospital de Jeremie hay alrededor de 1.500 heridos por el fenómeno y los centros de tratamiento del cólera se vieron afectados por el huracán y necesitan reparaciones urgentes.
Los organismos de emergencia continúan tratando de llegar a comunidades, más aisladas, severamente afectadas por el Huracán. Y el Gobierno se ha visto obligado a aplazar las elecciones generales, previstas para el pasado domingo 9 de octubre.
El gobierno haitiano se ha visto desbordado por esta situación, y solicita ayuda de manera urgente. Ante esta gravísima situación los organismos internacionales y los diferentes países están activando la respuesta a la emergencia y estableciendo sus propias estrategias.
El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) ha informado que en los dos departamentos del sur de Haití viven unos 500.000 niños, aunque sigue sin esclarecerse cuántos de ellos necesitan asistencia urgente debido a las dificultades para llegar hasta la zona. El huracán dejó grandes daños en las carreteras. Para cubrir las necesidades humanitarias más apremiantes de los niños haitianos, UNICEF solicitó 5 millones de dólares. Esos fondos servirían para proveer agua potable y saneamiento a los menores con el objetivo de prevenir las enfermedades transmitidas por el agua.
Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) indicó que tiene 25 toneladas de alimentos listos para distribuir a las zonas más afectadas en el sur del país, que servirán para alimentar a 9.000 personas durante una semana. La ONU pidió este martes 119,9 millones de dólares para asistir a los afectados por el ciclón, que cifra en millón y medio de personas.
La Comunidad internacional está respondiendo al llamamiento de ayuda del gobierno haitiano y, por ejemplo, Estados Unidos ha anunciado, además de ayuda económica, el envío del buque USS Mesa Verde con 300 efectivos especializados en emergencias médicas, asistencia y reconstrucción y tres helicópteros, que se sumarán a un personal de 250 y nueve helicópteros ya listos para desplegarse en Haití. También desde la Unión Europea y otros países están llegando ofrecimientos de ayuda internacional.
Las ONGs internacionales, muchas de ellas con presencia permanente en Haití desde el terremoto de 2010, están movilizándose y preparando la respuesta internacional para apoyar a los miles de afectados por el Huracán.
La ONU destacó que la financiación es vital para apoyar los esfuerzos de las autoridades de Haití y la sociedad civil orientados a cubrir las necesidades fundamentales de las poblaciones afectadas, tales como agua potable, alimentos y refugio, y prevenir enfermedades infecciosas.
(Información facilitada por la O.N.G. Bomberos Unidos Sin Fronteras. 14/10/2016).
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